La oscuridad

Cuando creí sentir el sol alumbrando, compartiendo su energía y su aliento, el cielo decidió nublar esta ciudad, negando sin explicación alguna la luz, que desapareció del camino substituyéndose por un gris, un melancólico gris, que a la mas alegre alma entristecía, que niños, con su inocencia, tratan de continuar divirtiéndose pero es inevitable no decaer bajos sus encantamientos mágicos, pero escalofriantes, que arroja ese oscuro color, que en este momento encontramos repartido en todo lo alto del cielo, dejando ningún lugar con salvación, las calles poco a poco van perdiendo la existencia de vida, en el ambiente se siente la decadencia de espíritus marchando, todo reflejaba una tristeza indescriptible, al pasar de unas horas, un rayo de luz traspaso mi ventana, una diminuta pero inevitable sonrisa de esperanza salió de mi rostro, con solo imaginar que después de un extenso tiempo gris, el sol se surgiría poco a poco, dando una mínimo de luz a este mundo, a ciudades, a calles o simplemente a mi. Al pasar un par de minutos, las nubes avanzaban, cambiando la posición de este pequeño rayo asta llegar a un edificio. Si, la luz ya no apareció mas, o por lo menos para mi, tenia mil sentimientos encontrado, y no me quedo nada mas que analizarlo, como cuando uno esta apenado, desilusionado y se cree no haber escapatoria,y se halla una mínima situación por donde crear el camino a la luz, salir de la oscuridad, escapar de este agujero vació en el que nos hayamos, pero algo se encarga de apagar, de cerrar todos los caminos, volviendo al principio sin tener una vía por donde huir